martes, 17 de marzo de 2015

Alfonsina Storni: ¡Adiós!




¡Adiós!

Alfonsina Storni
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!...


sábado, 7 de marzo de 2015

Milagro y Misterio (II)

  La definición de misterio dice que se refiere a toda cosa muy recóndita que no es posible comprender. Proviene del griego mysterion. Cuando este término aparece en la Biblia quiere expresar el plan que Dios tiene para liberar al ser humano de todo lo que le causa dolor e impide su felicidad. Este misterio se realiza en la persona de Cristo.

  Por otra parte se considera milagro al acto del poder divino superior al orden natural. El milagro supone la suspensión de las leyes naturales.

  Desde que nace el destino del hombre es la muerte, el cuándo y el cómo sólo Dios lo sabe.

  El nacimiento de un ser produce la sensación de estar frente a un milagro. Durante la concepción la unión perfecta, tanto física como espiritual, entre hombre y mujer fruto del amor (aunque a veces esté ausente) da origen a un nuevo ser diferente de quienes lo engendraron. Aun habiendo sido partícipe directa en tan maravilloso acto, sólo cabe el asombro y la sensación de pequeñez y humildad ante la perfección de la generación de la vida humana. De la unión de sólo dos células comienza a desarrollarse lo que luego será un ser humano con toda su complejidad anatómica, fisiológica, psicológica y espiritual.

  ¿Es posible comprender cómo surge la vida? Los avances de la ciencia han aportado muchísimo a la comprensión del mismo, y de hecho en la actualidad se pueden crear embriones en un laboratorio. Pero ¿quién pone alma a ese embrión? ¿puede desarrollarse el embrión fuera del seno materno? Hasta el momento esto no es posible.

  Nuevamente entonces este milagro se convierte en misterio. Un ser se desarrolla dentro de otro ser y al ser expulsado al mundo descubrimos la mano de Dios: un ser humano pequeñito completo surgido de dos células microscópicas.

  Si hay vida también hay muerte. Pero, ¿qué es la muerte? ¿Cómo puede ser que de pronto y por diferentes causas el cuerpo queda inerte? ¿Qué sucede en la muerte? ¿A dónde va aquello que movía al cuerpo, aquello que amábamos, eso que nos abrazaba?

  ¡Qué misterio! ¿Será acaso que es el modo en que nos liberamos de lo que nos causa dolor e impide la felicidad? Si fuese así se ajustaría a la definición de misterio a la que  se refiere en la Biblia. ¿O será un milagro? ¿Al morir se suspenden las leyes naturales? ¿Constituye la muerte una parte de la ley natural?


Victorina Rivera Rúa ©